El origen de la ideología de genero
Si hiciéramos un muestreo en nuestra amplia sociedad española, mayoritariamente el resultado sería un gran desconocimiento del por qué y para qué de las leyes de género, porque a base de su imposición, las hemos aceptado de algún modo. Tampoco habría un clamor social por los derechos de los colectivos LGTBI+, ni siquiera por la aprobación del matrimonio igualitario.
Es verdad que ha habido una reivindicación constante del feminismo por la igualdad de hombres y mujeres, pero ¿qué tiene que ver la perspectiva de género, el matrimonio igualitario, las leyes de discriminación positiva hacia las mujeres, la ley "trans", la introducción de la asignatura de educación integral en las escuelas y otras leyes derivadas con el feminismo? ¿De dónde proceden estas leyes?
Desde el Gobierno de Zapatero hemos ido viviendo la aprobación de todas estas leyes promovidas por la izquierda, en un principio, pero asumidas como propias por todo el arco parlamentario. Han ido implementándose en nuestra legislación de una manera progresiva y, a veces sutilmente, sin que haya habido una protesta social relevante.
Esta breve introducción tiene como finalidad demostrar que todo este programa tiene su origen en las altas esferas de la ONU y ha sido consensuado en los distintos comités y foros de la Unión Europea, en parte por la presión de lobbies a favor de este planteamiento con la ayuda imprescindible de las numerosísimas ONGs que trabajan en distintos niveles tanto de la ONU como de la UE.
Dada la abundante documentación sobre las resoluciones de la ONU es casi imposible su conocimiento por la mayoría de los ciudadanos, por lo que vamos a intentar sintetizar que la revolución que se ha generado con la implantación de todas estas leyes de "género" es una revolución que viene de arriba hacia abajo: de instancias de la ONU hacia los ciudadanos. No es una revolución que, como las anteriores, se ha provocado “desde las protestas reivindicativas sociales de la masa hacia las instancias superiores”.
Desde su nacimiento, la preocupación por la igualdad de la mujer ha sido una constante en las Naciones Unidas. En 1946 se creó la Comisión para el avance de las mujeres. Por esta razón, las feministas se dieron cuenta de que para el logro de sus objetivos era necesario penetrar en la ONU.
La evolución de la política de la mujer en la ONU se puede dividir en etapas. La primera (1945-1962) buscó fortalecer las bases jurídicas para la igualdad. La segunda (1973-1975), marcada por la primera conferencia mundial en México, priorizó la igualdad ligada al desarrollo económico. La tercera, a partir de 1985, se centró en tomar acciones positivas para corregir discriminaciones reales, bajo los lemas de “igualdad, desarrollo y paz” y “educación, salud y empleo”.