Ideología de género versus perspectiva de género

Post basado en la obra de Gabriele Kuby "La Revolución Sexual Global", Didaskaós. 2017

Kuby sitúa su análisis en el contexto de una creciente aceptación de ideologías que promueven la diversidad sexual y de género, planteando que estos cambios no son meros desarrollos espontáneos, sino el resultado de un proyecto bien orquestado por ciertas élites políticas y sociales. El libro está estructurado en varios capítulos que examinan los orígenes filosóficos y políticos de esta revolución, así como sus implicaciones prácticas en la legislación, la educación y la cultura.

  1. Del feminismo liberal a la ideología de género

    Desde los postulados del feminismo de clase de origen liberal al fundamento marxista del género derivan en una serie de postulados filosóficos y antropológicos, que construyen toda una ideología. Hablar hoy de género es hablar de ideología de género, de un modo de interpretación del sexo y del género acientífico basado en el principio de que sexo y género no son lo mismo.

    La perspectiva de género es un enfoque analítico que busca comprender y abordar las desigualdades entre hombres y mujeres, Su objetivo es promover la igualdad mediante la identificación y eliminación de barreras y discriminaciones basadas en el género.

    La ideología de género busca transformar las normas y roles de género tradicionales, promoviendo la idea de que el género es una construcción social y que las personas deben tener la libertad de definirse y expresarse más allá de las categorías binarias tradicionales de masculino y femenino.

  2. La distinción de sexo y género

    El sexo y género en una primera fase se identifican, el sexo es lo mismo que el género, a partir de Simon de Bouveaur con su postulado de que “no se nace mujer, sino que se hace”, el sexo se identifica, principalmente, como algo dado mientras que el género se considera un constructo social, es decir, un conjunto de roles impuestos por la sociedad y, por tanto, puede ser, no solo modificados, sino elegidos. En resumen, el género nada tiene que ver con el sexo, sino que es percibido, elegido y construido por el individuo.

    ÑPosteriormente, los postulados de género irán más allá: ni siquiera el sexo biológico es real, sino que también es un constructo social y, por tanto, será autopercibido libremente por el individuo.

  3. Ideología de género y política

    La incorporación de la perspectiva de género es un objetivo de alta prioridad en todos los niveles de la política. En las sociedades democráticas la mayoría de los ciudadanos cree entender que la “perspectiva de género” se refiere a la igualdad entre hombres y mujeres.

    Sin embargo, lo que se está haciendo es usar una “política de igualdad” que busca no solo eliminar la desigualdad entre hombres y mujeres, sino una fabricación de la igualdad a través de “la deconstrucción del orden binario jerárquico de género para llegar a una diversidad de género con igual valor e iguales derechos” (Frey, Hartmann, Heilmann, Kugler, Nordt, Smykalla (2006)Das Gender-Manifest – Reaktionen und Reflektionen).

    El género está en boca de muchos, pero ¿todos quieren decir lo mismo? El Manifiesto de Género fue escrito en enero de 2006 por un grupo de científicos y profesionales de Berlín comprometidos con la teoría y la política de género. El Manifiesto fue una colaboración entre Genderbüro Berlin y GenderForum Berlin. La razón de éste fue la tendencia que se observó en la práctica educativa y de consultoría al utilizar el género de manera distorsionante. Por tanto, el manifiesto está dirigido principalmente a consultores y formadores en materia de género y tiene como objetivo trasladar las teorías de género a la práctica política

    Este manifiesto de género publicado en Alemania en 2006 por una red de activistas de género contiene lod siguientes puntos:

    a) Plena igualdad (equivalencia) de hombres y mujeres

    b) Deconstrucción total de la identidad sexual entre sexo y género

    c) Batalla conta la normatividad heterosexual, lo que significa facilitar la plena igualdad legal y social, esto es, privilegiar todos los modos de vida no heterosexuales.

    d) El aborto como “derecho humano” oculto bajo los “derechos reproductivos”

    e) Sexualización de niños y adolescentes a través de la educación sexual como materia obligatoria en los estudios.

    f) Privación material y empobrecimiento de la familia. Esta revolución, al contrario de todas aquellas que se han originado desde abajo hacia arriba, comenzó en lo más alto, en las altas estructuras y ahora ha llegado a la microestructura de la sociedad. Por decirlo de un modo simple no es una “revolución popular”, sino una revolución planeada desde las instancias de poder más altas.

  4. Más allá del Manifiesto

    Esta perspectiva de género en los años posteriores a 2006 se sigue vendiendo como una lucha por la igualdad de hombres y mujeres. Esta perspectiva se mantiene porque no puede contar con la aceptación del público y, por tanto, hay que ir preparando a la sociedad para que de un modo casi inconsciente vaya asumiendo una serie de postulados que ni siquiera se habían planteado. Por otro lado, se trabaja desde instancias académicas y desde organismos internacionales como la ONU. Un ejemplo lo tenemos en la importante victoria que supuso la afirmación del Consejo de Etica alemán de 2012 sobre la intersexualidad. Es decir, lo que antes se consideraba una patología en el desarrolllo embrionario, ahora se trata como un modo más de identificación sexual al igual que los órganos sexuales masculinos y femeninos.

  5. ¿Cómo se trabaja para llegar al ciudadano común?

    Una herramienta para la deconstrucción del género es la ética situacional. Se toman casos extremos que tocan la fibra sensible de los ciudadanos y a partir de estos casos se toman decisiones fundamentales que dan la vuelta a todo el sistema de valores de la sociedad. Donde quiera que se mire, política, medios de comunicación, universidades y fundaciones, tribunales, empresas, escuelas, guarderías, etc., la perspectiva de género es el camino para el progreso postmoderno. Esta ideología dominante que, casi sin querelo, sin reflexionarla, debatida o cuestionada, la hemos asumido mayoritariamente y es una ideología a la que nadie debe oponerse si no quiere ser rechazado y difamado. En menos de dos décadas esta

    “perspectiva de género” se ha convertido en una “ideología de género” obligatoria.

    6. El papel de la Unión Europea

    La Unión Europea a través de sus intrincadas estructuras tanto de la Comisión Europea y del Parlamento Europeo, con sus sub-organizaciones y su enorme maquinaria burocrática, ha concedido a ONGs un acceso privilegiado para ejercer influencia y llevar a cabo sus agendas.

    El primer documento mundial sobre derechos humanos es la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948. En él se protege la dignidad de las personas, el matrimonio de un hombre con una mujer y la familia.

    En el año 2000 la Unión Europea adoptó un nuevo documento de derechos humanos: la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea. En el artículo 9 de dicha carta hay una discreta, pero significativa, modificacióin del derecho de familia: el derecho a contraer matrimonio y formar una familia estará garantizado de acuerdo con las leyes nacionales que rijan el ejercicio de estos derechos. Así, de este modo, el Tribunal de Derechos Humanos reserva a los estados naciones el derecho de regular el matrimonio y la familia. La novedad reside en que ya no se menciona a hombres y mujeres como sujetos del matrimonio y de la familia de manera que, ahora, el matrimonio y la familia son instituciones desconectadas de la relación hombre-mujer.Esta desconexión abre la puerta a la implementación legal del “matrimonio homosexual”.

    Por otra parte, el artículo 21 de la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea introduce también la “orientación sexual”, un concepto nuevo e indefinido, como criterio de discriminación. Los activistas de derechos humanos utilizan esto como base jurídica para la eliminación o demanda de cualquier percepción de trato desigual o denegación para personas de orientación no heterosexual.

En definitiva

La "ideología de género", un término politizado que es utilizado con el propósito de imponer una visión particular sobre las relaciones de género y la identidad sexual. Quienes la critican argumentan que dicha ideología desestabiliza los roles de género tradicionales y las normas sexuales establecidas, además, esta visión se impone de manera coercitiva, afectando así a instituciones fundamentales como la familia, la educación y la religión.

La ideología de género sigue una agenda impositiva y desestabilizadora de las normas tradicionales. Esta agenda se impone mediante reformas educativas, legislaciones, medios de comunicación social, organismos internacionales, etc.

Por otro lado, la "perspectiva de género" es una visión que busca impulsar cambios sociales que favorezcan la equidad y la justicia, buscando eliminar barreras y proporcionar igualdad de oportunidades para todos, independientemente de su género.

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